nuno Si el jugador es lo importante… ¡que entrene el utillero!.

Aclaración inicial: aunque en las siguientes líneas se aludirá al concepto “entrenador” de manera aislada, debo aclarar que el mismo, cada vez que sea utilizado, debe de ser entendido como un ente global donde se incluye no sólo su figura, sino la de todos los que a diario comparten su labor dentro del cuerpo técnico.

 

Semanas de ajetreo y guillotinas afiladas. Carroñeros sobrevolando a la espera de que su homólogo de turno “salte por los aires”. Móviles ansiosos por recibir “LA” llamada… y en el foco, como no podía ser de otro modo, la figura del entrenador.

Incardinado en una socioesfera que sobrevalora el éxito y consciente de que su labor únicamente saldrá bien parada si su equipo gana los suficientes partidos para lograr el objetivo inicialmente propuesto, aguarda su veredicto final invadido por la impotencia de aquél al que ni su buen trabajo y compromiso puede librar de los caprichos de sus verdugos.

Antojadizos irreflexivos que responden más a cuestiones mediáticas y de pandereta que a un conocimiento exhaustivo de la labor de su empleado, se autoconvencen de que “algo” hay que cambiar para que al menos la “inacción” no entre a formar parte de la lista de delitos  que sus aficionados preparan con esmero desde el último fracaso deportivo.

Ante tal panorama…¿Qué mensaje estamos mandando al hincha de turno?, ¿el entrenador es lo más importante y por eso lo echo a él?, ¿los jugadores no importan?, ¿de quién es la culpa de ganar o perder?, Si el entrenador es lo más importante…¿ganarían Pep y Mou la liga con el Getafe?…Si el jugador es lo único que importa ¿por qué a veces fracasan equipos que tienen a los  mejores?…¿no será que cargamos el “muerto” según nos convenga?

Vayamos por partes…

Creo, a día de hoy, ser un convencido absoluto de que el jugador es la pieza maestra de nuestro puzzle futbolístico, ¿por qué?

– Porque ganar partidos con buenos jugadores es mucho más fácil que hacerlo con jugadores de menor nivel (si esto no fuese así, no ganarían la liga siempre los mismos equipos, quienes, curiosamente y dudo que por casualidad, suelen manejar mayores presupuestos).

– Porque un entrenador malo con buenos jugadores puede ganar numerosos campeonatos mientras que un entrenador bueno con jugadores malos puede ser destituido en la jornada número 7 (aunque la definición de entrenador y jugador  “malo” puede llegar a ser bastante ambigua, estoy seguro de que muchos de vosotros seréis lo suficientemente inteligentes  para encontrar equipos donde se vislumbre alguno de estos supuestos).

– Porque la suerte futura de un entrenador depende en buena parte de llegar a dirigir equipos de buenos jugadores, o quién no conoce magníficos entrenadores que por una razón u otra nunca  tuvieron la oportunidad de dirigir más allá de la tercera división.

Ahora bien…

Del mismo modo que pueden llegar a convencerme este tipo de especulaciones, las mismas me espantan cada vez más de tendencias radicales donde se enaltece únicamente la figura del jugador y sus capacidades innatas, se expulsa de su zona técnica al entrenador y se menosprecia y ningunea el valor del entrenamiento,  arrebatando así, de golpe y porrazo, toda legítima profesionalidad a nuestra existencia.

¡El modelo es Messi!, ¡no hay nada que entrenar! gritan algunos… mi fantástica metodología de entrena “miento” hace que Cristiano sea tan bueno, se defienden otros…

Desempolvado de todo atisbo de vanidad, les aseguro que no es cuestión de arrebatar protagonismo en la foto a quien de verdad lo merece, ¡faltaría más!,  tan solo trato de reforzar el lugar de aquellos que, sabedores del atractivo innato de todo jugador, les permiten o facilitan salir más agraciados en las instantáneas tomadas, porque si algo tengo claro es que aunque desde  la distancia, todo entrenador, bueno o malo, condicionar condiciona, aunque a veces sólo sea por el simple hecho de poner a jugar a unos u otros.

Me niego a defenestrar la figura del entrenador, me molesta oír a gente que se autoproclama capaz de ganar partidos con los mismos jugadores que tienen los equipos ganadores, como si el día a día no valiese de nada, como si los contextos que permiten rendir mejor a los jugadores no tuviesen nada que ver con la pizarra del entrenador de turno…¿o es lo mismo juntar a unos con unos que con otros?, ¿o no es  la buena gestión del contexto envolvente un facilitador por excelencia del potencial de cada jugador?, ¿o alguien cree que sólo por saltar al verde y hacer lo que ya aprendieron de niños, el colectivo va a desarrollar un sentimiento de creencia y convencimiento en torno a una manera concreta de hacer las cosas?.

Es cierto que con los manuales de neurociencia en la mano, ENSEÑAR, en su estricto sentido (transmisión directa de un conocimiento), no enseñamos nada…pero que facilitamos entornos y brindamos oportunidades para que el jugador APRENDA y se exprese en su mejor versión es algo que a mí me cuesta poner en duda, porque serán las experiencias generadas por esos contextos las que faciliten el correcto engranaje de nuestra maquinaria futbolística.

Emery, Benítez, Paco Jemez, Luis Enrique,… ¿alguien puede creer que sus equipos serían los mismos sin ellos?

eme Si el jugador es lo importante… ¡que entrene el utillero!.

Supongo que tal vez la envidia de algunos, cual homenaje que la mediocridad hace al talento, sea una de las culpables a la hora de ensalzar únicamente al jugador e infravalorar el trabajo de los que ahora ocupan los codiciados banquillos, del mismo modo que entiendo y compruebo frecuentemente como es la altanería barata la que hace creer a muchos que sus jugadores son tan buenos por lo oportuno de su método y lo bien entrenados que están.

Así con todo, no pido que los niños, ajenos a envidias y búsqueda de protagonismo, empiecen a abrir la boca y sorprenderse en un campo de fútbol del mismo modo ante un dribling de Neymar que ante alguno de los movimientos de su entrenador… pero sí espero que al menos, a alguno de los que tan cómodamente contemplan y critican gratuitamente desde su twitterbarrera,  empiecen a terminárseles los caracteres.

¡Finiquitos firmados!, ¡Casting en busca de los mejores del mundo!..

Si sólo importaban los jugadores…. ¿por qué algunos se empeñan en seguir corriendo tanto?

 

Abrazo grande amigos!

Por Pedro Gómez (Preparador Físico Albacete Bpie)

http://www.futbolcontextualizado.com/blog/?p=763