Por Pedro Gómez (P.Físico Albacete Bpie) – @pf_gomez

plantilla durante segundo dia pretemporada 1436912431834 La Pretemporada: una mentira ¿bien? contada.

“Cada minuto que pasa es otra oportunidad de seguir cambiando” Vanilla Sky

Puede que para los de mi especie sea un bicho raro, un bocachancla refugiado en mis renglones e incluso un autentico incompetente…pero por sentido común y coherencia profesional, antes de empezar,  debo de confesarme ante todos vosotros: ¡no me gustan las pretemporadas!.

Cansado de mentiras, verdades parciales y omisiones interesadas, alcanzo a entender que la nula imparcialidad de mi postura que a día de hoy ya no disimulo, unida a la incontinencia verbal futbolística que padezco de serie, me animará en las siguientes líneas a defender comportamientos y pensamientos mal acogidos por aquellos que esperan con ahínco la llegada de los meses de Julio y Agosto para ponerse sus mejores trajes y posar ante la cámara.

Desde que “el miedo al qué dirán” se asentó en los despachos de cualquier cuerpo técnico y la necesidad de aparentar falsa competencia se mostró como condición sine qua non para ocupar banquillo y aumentar el número de dígitos de nuestro contrato,  el fútbol, y sobre todo su entrenamiento, se quedaron indefensos y patas arriba… que importaba ENTRENAR menos y DESENTRENAR más si la TV seguía sacándonos tan guapos..

Así, y puesto que durante los meses de pretemporada los periódicos y noticiarios también debían de rellenar sus espacios, se cayó en la peligrosa tendencia (ahora ¿falsa? creencia instaurada) de resaltar a aquellos equipos/técnicos que sometían a sus jugadores a los más intensos sacrificios y escenarios variopintos, llegando a hacernos creer que el desempeño futbolístico manifestado por un equipo a lo largo de toda la temporada  tendría una nítida y directa correlación con lo trabajado y transpirado durante el verano.

Se nos convenció de que existía un depósito que había que cargar en una única y estival parada en boxes…y se nos ocurrió inundar de dobles y triples sesiones nuestras primeras semanas de trabajo.

Se nos instó a tener que trabajar más que el de al lado para que nuestro jefe no nos mirase con recelo…y nadie se atrevió a encarar la primera jornada de liga sin al menos haber entrenado 6 semanas o las famosas 45 sesiones.

Se nos hizo creer que lo “físico” era la causa y no la consecuencia del “jugar”…y tardamos dos semanas en hinchar los balones.

Se nos abrió la puerta a primeras páginas y titulares… y corrimos a exponernos de  mano de   la tecnología y tests en playas y jardines.

¿Por qué nadie se plantó en su día?, ¿por qué decidimos ser cómplices de estas mentiras evidentes ahora instauradas en el seno de nuestras creencias y las de nuestros jugadores?, ¿por qué dejamos de reflexionar sobre lo que hacíamos?, ¿no será que nos interesaba deambular con el disfraz de esa mentira?.

Si el desentrenamiento experimentado por deportistas durante 4-5 semanas de inactividad total (la del futbolista siempre es parcial) no alcanza a superar el 15-20 % en la mayoría de manifestaciones condicionales (Melchiorri et al 2014; Ostojic, 2003; Caldwell,2009; Cormie, 2011)…¿por qué seguimos empeñándonos en entrenar durante cada vez más semanas y más sesiones en la pretemporada? ¿tanto hay que volver a mejorar?.

Si la evidencia sobre un famoso depósito condicional capaz de permitir al jugador realizar esfuerzos en el mes de Mayo con el combustible repostado en Agosto es inexistente…¿por qué seguir vendiendo una moto que a ojos de la literatura científica no tiene ni ruedas, ni sillín ni volante?

Si son los comportamientos  futbolísticos colectivos y no lo “físico” los que ganan y pierden los partidos… ¿Por qué no quitar la arena de playa y sacar brillo desde el primer día a porterías y balones como elementos imprescindibles del juego?

Si la mayoría de test utilizados (no todos) ni detectan ni mejoran nada que al juego y al cuerpo humano (lesiones) le pueda interesar…si las hojas Excel repletas de datos que estos arrojan no sirven para modificar ningún comportamiento ni actitud futura…si hasta un niño sería capaz de mejorar los valores  condicionales de un grupo de jugadores que pasan un test nada más llegar de vacaciones  con su consiguiente desentrenamiento… ¿por qué intentamos engañar al entorno con nuestras gafas de supuesta erudición?.

Supongo que será que me voy haciendo mayor y hay locales de marcha que ya no me gusta frecuentar…

belgrano pretemporada La Pretemporada: una mentira ¿bien? contada.

La pretemporada, como señalaba mi buen amigo Chema Sanz debe de ser un periodo de conocimiento mutuo entre los jugadores y el cuerpo técnico.

Un periodo donde (en mi modesta opinión):

–          ..el grueso de nuestras actuaciones debe de orientarse desde el primer día hacia la construcción de regularidades colectivas desde un punto de vista futbolístico.

–          ..donde la prioridad condicional no debe de atender a patrones de carga sino de reeducación y readaptación tras un periodo de inactividad parcial.

–          ..donde las primeras semanas, en vez de sobrecargar las estructuras del jugador con dobles sesiones, deben de priorizar la recuperación de sensaciones del futbolista.

–          ..donde la duración de la misma viene marcada por el contexto y el conocimiento del entorno, no siendo lo mismo un cuerpo técnico nuevo con un grupo de jugadores desconocidos que un cuerpo técnico que repite con el grueso de la plantilla de la temporada anterior.

–          ..donde las creencias de los jugadores deben de ser tenidas en cuenta (jugadores que siempre hicieron pretemporadas de bosque y playa) a la hora de conseguir que estos crean y confíen en ti.

 

La inexistencia comprobada de una relación causal entre el método y el resultado nos empuja a la sospechada relatividad del “todo vale”, pues como yo ya hice, comprobareis tarde o temprano que habrá pretemporadas que aun habiendo hecho cosas “parecidas”, los inicios competitivos de vuestro equipo serán diametralmente opuestos.

Olvídate de culpar a la prensa y televisión cuando se achaque el mal inicio liguero de tu equipo a una mal planificada pretemporada…¡nosotros fuimos los que interesadamente inculcamos esa mentira!.

Trata de, independientemente del resultado obtenido en los primeros partidos, reeducar las neuronas de tu contexto, para que al menos nuestros descendientes no se avergüencen intelectualmente de las actuaciones de sus antepasados.

Y por último, que lo efímero de este resultado inicial, nido de críticas y alabanzas endebles ¡no te confunda! ni en esencia ni en tu manera de proceder porque, no lo olvides, nunca podrá ser lo mismo vender una moto que funcione pero que corra poco, que una moto incapaz de correr.

¡Que ni los calores ni los titulares de los manolos confundan tu buen hacer!

 

Un abrazo amigo!