lucho Nueva temporada, nuevos contextos.

De golpe y porrazo, todavía con la resaca del Mundial, se nos avecina una nueva temporada futbolística. Mientras que muchos, a falta de un numerito para que su cartón marque ¡bingo! serán los que deban de aguardar su turno, otros muchos menos serán los afortunados que ocuparán alguno de los pocos banquillos en liza que la proporción matemática se empeña en poner en nuestra contra.

De un modo u otro, sin distinción, todos y cada uno de nosotros, acreedores de la compleja y no lineal condición humana experimentaremos, nos guste o no, la implacable evolución que el tiempo y la constante y emergente interacción contextual arroja sobre nosotros. Si yo no soy el mismo que hace 3 meses, que hace dos semanas, que ayer…¡que un párrafo atrás!..¿A qué acomodada mente se le ocurre dar por hecho que el entorno en el que nos vamos a desenvolver vaya a ser el mismo?. Ya podéis repetir banquillo por tercera temporada consecutiva, mantener a la mayor parte de vuestra plantilla, llevar 10 años haciendo lo mismo y pensar que con eso os valdrá… ¡ni vosotros, ni tu equipo, ni los jugadores, ni tan siquiera el utillero volveréis a ser los mismos!!.

Nos encontramos por tanto ante un desconocido lienzo en blanco donde el nuevo sistema tendrá que volver a autoorganizarse en base a las múltiples e incontables interacciones que el entorno brindará por primera vez. Jugadores que vuelven desmotivados por seguir en un club en el que no quieren permanecer, jugadores con los que podremos contar y que apenas estuvieron disponibles la temporada pasada, jugadores que serán totalmente distintos por juntarlos con aquellos con los que nunca juntamos porque no los tuvimos o porque simplemente no se nos ocurrió, jugadores que se desenvolverán de distinto modo si su rol dentro del equipo varía o si el rol del equipo nada tiene que ver con el que experimentaron meses atrás…¡y así un sinfín de nuevas interacciones que darán al traste (ténganlo por seguro) con muchas de las cosas que dimos por supuesto que serían y luego no fueron!. ¿Rendirá igual Leo Messi si su selección gana el mundial que si queda apeada en cuartos de final?, ¿Cómo afectarán a Cristiano Ronaldo sus presumibles molestias físicas sufridas en Brasil?, ¿Cambiará en algo Neymar al separarlo de Fabregas, Xavi y Dani Alves? ¿Ficharemos un delantero de 25 goles justo antes de que se cierre el plazo de fichajes que lo cambie todo?..

La ley de la interdependencia impregna nuestro contexto futbolístico. Yo te condiciono, tú me condicionas, al entorno le condicionamos y nos condiciona. Somos seres condicionadores y condicionados..y en consecuencia, ¡sí amigo!,  ¡todo cambia día a día!. Mucho de lo que hicimos anteriormente y que nos dio resultado, puede  que ya no nos sirva. Abrazar prejuicios que nos inviten a dejar de pensar y actuar nos separará bruscamente del proceso evolutivo imparable que nuestro entorno vivencia segundo a segundo. Pensar que porque tuviste éxito temporadas anteriores lo volverás a tener en el presente inutilizará tu valía y por arrastre tu capacidad para generar contextos facilitadores donde tus jugadores puedan expresar de la mejor manera posible lo que son por separado y junto a sus nuevos compañeros.

Así, y una vez más (ya no recuerdo cuantas van), ese oscuro y a veces etéreo “Arte de entrenar”, congruente en muchas más ocasiones con las ciencias oscuras que con las universidades, entra en juego. Volver a observar, analizar, valorar.. las renovadas interacciones que el nuevo contexto nos brinda para poder allanar la evolución de nuestro equipo, se convierte en el epígrafe clave que en ningún Master, curso de entrenador o universidad se nos enseñó, ni tan siquiera resaltó, supongo que por no ser posible encajarlo entre toma y toma de lactatos o repeticiones de automatismos colectivos.

Aun con todo, estimado amigo, te guste más o menos lo que hoy me decidí a contarte, te invito a que cruces los dedos para que ninguna de las decisiones del director deportivo de tu equipo salga “rana”, pues ya podrás ser un maestro en el arte de entrenar o en el de desentrenar, que como tu nuevo contexto sume de cero en cero tú acabarás siendo la primera rana que abandone, junto a tus posiblemente más que acertadas justificaciones, el bonito, anhelado y no siempre valorado estanque de tu banquillo.

¿Quieres seguir siendo el mismo?

Un fuerte abrazo amigos!!

 

Si quieres saber más sobre el tema, no dudes en visitar www.futbolcontextualizado.com y adquirir el nuevo libro “El fútbol¡no! es así”.