Por Pedro Gómez (P.Físico Albacete Bpie) – @pf_gomez

Roma-v-Real-Madrid

“Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen” (Alfonso X)

¡No hay manera amigos! Por más que nos empeñemos los de nuestra especie, los decibelios de nuestro discurso apenas contrarrestan al subwoofer de lo absurdo.

La ignorancia, entendida como adjetivo calificativo y no como insulto (no se me vaya a enfadar nadie), se aferra al oxígeno que algunos pocos tratan de renovar, y contamina el aire que todos sin excepción, inhalamos a diario en este contexto futbolístico que nos tocó sobrellevar.

Ignorancia que, desde su posición de poder, y sabedora de que el eco de sus palabras tendrá mayor repercusión que las acciones desde el verde, se empeña en  priorizar el envoltorio sin importarle lo más mínimo el sabor del caramelo.

Explicaciones dogmáticas y brillantes soluciones que atendiendo a algún tipo de reduccionismo interesado terminan por dejar de interesar a los afectados (como si los que conviven a diario con sus  jugadores necesitaran que la portada de un periódico o el titular de un noticiario les guiara por el camino correcto).

Lo sé, por eso y como supongo que yo tampoco soy ejemplo de casi nada y lo aquí escrito responde únicamente a una pasajera indigestión de salsa rosa,  intentaré ser sutil y puede que elegante intentando camuflar a mi banquillo de acusados para que los barrotes de mis palabras no me esclavicen de por vida.

Pero es que, y lo siento de verdad, a mi empieza a agotarme desayunar siempre con la misma melodía.

¡Basta ya!

Basta ya de reducir las victorias a la testiculina.

Basta ya de reducir las derrotas a la falta de intensidad.

Basta ya de reducir un supuesto mejor rendimiento a calentar jugando al baloncesto.

Basta ya de reducir el jugar mejor a correr más kilómetros por el campo.

Bata ya de reducir un gol en los minutos iniciales a un calentamiento deficiente.

Basta ya de reducir un gol en los minutos finales a un mal estado físico.

Basta ya de reducir el correr menos a una mala pretemporada.

Basta ya de reducir las lesiones a lo que diga algún interesado.

Basta ya, por el bien del saber, basta ya.

Supongo que convivir con un entorno en el que casi todo molesta y la excelencia ajena parece eclipsar  la competencia propia, la rentabilidad de nuestros actos pasa por sobrevivir al de al lado, llevándonos en muchos casos a aleccionar, ya sea desde el interés o el desconocimiento, al público que a veces, sólo con envoltorios se conforma.

Que nadie se me moleste, este penalti indirecto se lanza con el marcador en contra (por desgracia mi equipo no gana todo lo que me gustaría y el valor de mi mensaje carece de robustez) y desde el convencimiento absoluto de que muchos fabricantes de envoltorios son tanto o más importantes que el donnadie que suscribe estas palabras.

Simplemente les aliento (A TODOS) en esta sincera y desesperada llamada a la coherencia, al sentido común y sobre todo, al conocimiento, a que sigan buscando el sabor del caramelo en el propio juego y sus protagonistas, no vaya a ser que se empachen antes de que empiece el partido porque, y no lo olviden, cuando manda lo absurdo, las neuronas se retiran.

De todos modos, y como la absurdez amenaza con volver a acidificar nuestra existencia, que nadie olvide tener siempre a mano su bicarbonato particular.

¡Un abrazo amigos!

Fuente: http://www.futbolcontextualizado.com/blog/?p=891