Señalar si es chico o chica una vez la falda es levantada se presenta igual de sencillo que aportar soluciones tácticas una vez finalizado y analizado un partido de fútbol…en eso estamos de acuerdo.

Es probable que si nuestro equipo nacional hubiese materializado algunas de las ocasiones de las que gozó al final de la segunda parte y el marcador se hubiese decantado a nuestro favor, muchos de los debates aparecidos a posteriori en relación a la idoneidad de la alineación inicial presentada por Vicente del Bosque, no habrían llegado a publicarse o al menos no con tanta incidencia por parte de periódicos y noticiarios deportivos.

Dicho esto y con ánimo de aportar mi humilde opinión sobre lo acontecido el Domingo y sin la más mínima intención de criticar el planteamiento de nuestro seleccionador (confío ciegamente en su toma de decisión contextual), he de decir que para mí el fútbol es ruptura y conducción, y poco de ello aprecié por parte de nuestra selección en su primer partido de la Eurocopa 2012.

Intentaré explicarme:

Aunar en un mismo equipo jugadores de perfil similar (en este caso, jugadores con gran capacidad de asociación interior) puede parecer atractivo por simular el estilo de juego del FC Barcelona, pero peligroso, por descuidar aspectos contextuales propios del conjunto blaugrana difícilmente extrapolables a otros equipos.

A mi modo de ver el fútbol, es incuestionable que Leo Messi no sería el mismo si no estuviese rodeado por los Iniesta, Xavi..etc, pero del mismo modo que el FC Barcelona no gozaría de la misma eficacia deportiva sin la aparición del Argentino. ¿Por qué? Porque la principal virtud de Messi que contribuye a desequilibrar al adversario, es la conducción. Conducir el balón para atraer rivales y generar espacios libres que puedan ser aprovechados por el resto de sus compañeros es la principal aportación al juego colectivo de su equipo ya que facilita que la coordinación y el acoplamiento del resto sea más sencillo para sus compañeros y dificultoso para sus rivales.

Lamentablemente, en España no tenemos un perfil de jugador como Leo Messi. Si hubo algún jugador que por momentos simuló esta función crucial fue Andrés Iniesta con varias galopadas brillantes ,desequilibrantes pero poco efectivas debido a la densidad de jugadores italianos acumulada en las zonas centrales del campo que dificultaban la aparición de los espacios libres provocados por este recurso y antes señalados.

¿Y por qué habían tan poco espacios?, ¿por qué el equipo Italiano, tradicionalmente dado a esperar atrás, adelantó tanto su línea defensiva?…. A mi parecer, porque hubo mucho apoyo y escasa ruptura. La tendencia de los jugadores alineados de inicio (Alonso, Xavi,Busquets, Silva, Cesc e Iniesta) es a ofrecerse, casi siempre en corto, generando desconcierto entre líneas rivales y generando de nuevo espacios libres para poder ser ocupados….¿pero ocupados por quien? ¿y cómo?.

Aparece el desmarque de ruptura como arma demoledora ante este tipo de situaciones. Ocupar el espacio generado por un rival, sobre todo si es a la espalda de la línea defensiva rival se presenta como otra de las claves del juego ofensivo efectivo de un equipo de fútbol.
Cuando estos espacios generados no son aprovechados, y el resto de compañeros siguen ofreciéndose en corto sin romper ninguno a los espacios creados, se favorece que el equipo rival, cómodo y tranquilo, adelante sus líneas y aumente la densidad en zonas centrales con el ánimo de dificultar las asociaciones y robar rápido, sabedor de que el riesgo a su espalda es escaso.

El Domingo me acordé especialmente de Ronaldo, jugador brasileño del Real Madrid, dominador total del arte del desmarque de ruptura. Este delantero como todos pudimos apreciar y disfrutar solía aguardar posición a la altura de la línea defensiva a la espera de que o bien Zidane o bien Guti (normalmente), brindasen pases al espacio para que este arrancase rápidamente en ruptura y finalizase a gol. Algunos se atrevían a criticarle y calificarle como perezoso..yo estoy convencido que con un perfil similar de jugador, hubiera sido mucho más fácil derrotar a la escuadra italiana, ya que el panorama contextual habría cambiado mucho. Prueba de ello la tuvimos con el primer gol (único desmarque de ruptura de Fabregas) y con la entrada de Fernando Torres e incluso de Jesus Navas, quienes aportaron desequilibrio al espacio pero escasa puntería.

Dicho esto, estoy convencido de que el seleccionador, inteligente donde los haya, tomará cartas en el asunto e intentará acoplar sus fichas de un mejor modo para el próximo partido…también puede que me equivoque y seamos campeones de Europa con 6 jugadores del mismo perfil futbolístico…¡esto es lo bonito del fútbol! Y por eso en nuestro país somos cerca de 40 millones de entrenadores.

Pedro Gómez – www.futbolcontextualizado.com